BUAP Teziutlán a través de OCIGOL, deja sin empleo a dos mujeres

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* Una de ellas fue recientemente diagnosticada con cáncer de mama

* Aseguran que el despido fue injustificado

* Piden a la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, que las ayude, con el propósito de que su salida se realice bajo condiciones justas.

Teziutlán, Pue.- Dos trabajadoras del área de limpieza del Complejo Regional Nororiental de la BUAP, con sede en Teziutlán, fueron despedidas -presuntamente- de forma injustificada, argumentándoles que el motivo era el número de faltas que tenían.

Sin embargo, la ausencia a sus labores diarias fue siempre por motivos de salud, debido a que una de ellas fue diagnosticada con cáncer de mama, en enero pasado, lo que requiere de una puntual vigilancia; y la segunda, padece trombocitopenia púrpura, hipotiroidismo, diabetes e hipertensión arterial.

Erika Pérez y Rosa María se acercaron a Diario de Teziutlán con el propósito de dar a conocer el hecho, que calificaron como injusto y arbitrario, ya que los permisos que solicitaron siempre fueron justificados. Ambas lo único que requieren es su liquidación conforme a la ley, ya que de regresar enfrentarían represalias, aseguraron.

Señalaron que las inasistencias se debieron a que sus consultas en el IMSS las reciben en la ciudad de Puebla, al tiempo de mostrar documentos que avalan sus declaraciones; “llegando presentaba mi receta médica, mis viáticos u otros comprobantes, se me hace injusto que nos despidan solamente así, en mi caso tengo seis años trabajando aquí”, indicó Erika Pérez.

Expuso que tanto a ella como a su compañera las mandaron a traer a la oficina del supervisor de limpieza, Edgar Trigueros, quien fue el encargado de notificarles que estaban despedidas; cualquier reclamo, les dijo, tendrían que hacerlo ante la empresa OCIGOL, que es la reclutadora del personal, en la que tampoco les dieron una respuesta que las dejara satisfechas.

Y es que aunque lograron contactar a quien se identificó como Daniela Aguilar, únicamente les dijo que “eran órdenes de aquí (del Complejo Teziutlán)”, lo que las llevó a buscar a Sergio Díaz Carranza, director del plantel, quien les aseguró que eran “indicaciones de allá (empresa Ocigol)”; “sólo se echan la bolita”, añadió.

Abundó que hasta el viernes pasado habían hecho por lo menos 10 llamadas a la compañía, en la que ya no les respondieron.

Reiteraron que una vez que les hicieron saber que estaban despedidas, buscaron al titular del Complejo, Sergio Díaz Carranza, quien no les dio una explicación concreta sobre la conclusión de la relación laboral. La situación de Rosa María es también compleja, ya que a inicios de este año fue diagnosticada con cáncer de mama.

Mencionó que se encuentra en tratamiento, tras someterse a una mastografía y a una biopsia, aunque ahora lo que le preocupa es quedarse sin un ingreso y sin seguridad social; “sólo me dijeron que estaba despedida, no tengo ni palabras para explicarle todo lo que me hicieron”, expresó.

Recordó que cuando recibió la noticia sobre el padecimiento que tenía, lo comentó con una de sus jefas, a quien identificó como Clementina, quien le respondió que no tenía de que preocuparse, ya que si fallecía sus hijos ya estaban grandes para valerse por sí solos, lo que consideró poco empático.

Por otro lado, dijo que el despido de ambas es injusto, ya que después de que acudían a su consulta a la ciudad de Puebla, tenían que regresar -a la hora que fuera- al Complejo de la BUAP, ubicado en el barrio de El Carmen, para limpiar sus áreas; es decir, a pesar de los permisos justificados, las obligaban a cumplir con sus labores del día, argumentando que otros compañeros no podían hacerse cargo de esas tareas.

Cuando no les daba tiempo acudir, reveló, tenían que estar entre las 6:00 y las 6:30 horas, al día siguiente.

Finalmente, confiaron en que esta lucha que iniciaron sirva de ejemplo para el resto de sus compañeros de trabajo, quienes a pesar de sufrir los resultados de presuntos favoritismos por parte de sus supervisores, no levantan la voz por temor a represalias.

El despido de ambas trabajadoras del Complejo Regional Nororiental de la BUAP fue por supuestas órdenes superiores debido a que pedían muchos permisos para acudir al IMSS, pero nunca les dijeron quién o quiénes son los responsables de la indicación; por lo pronto, se quedaron sin trabajo y lo que más temen es perder la seguridad social, debido a la complejidad de sus padecimientos, de ahí que solicitaron a la rectora de la BUAP, Lilia Cedillo, que las ayude, con el propósito de que su salida se realice bajo condiciones justas.

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