* La Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT), informó que el gobierno analiza alternativas de transporte para sustituir a los 5 mil 764 mototaxis
Teziutlán, Pue.- Los mototaxis se han arraigado y penetrado a las necesidades de las diferentes ciudades de esta región, logrando ser una opción viable de transporte para sus desplazamientos, por su bajo costo y para atender una demanda que no es cubierta por las rutas tradicionales.
Además, se ha constituido en una opción de trabajo para un sector de la población de las mismas comunidades, y su crecimiento tiene como base una disponibilidad mayor de las motocicletas, la facilidad de sus adaptaciones, así como una disminución relativa de sus precios ante la introducción de nuevas marcas y las facilidades que tiendas ofrecen para su adquisición.
El incremento de las motocicletas como medio de transporte personal y familiar que podemos observar en ciudades y comunidades, como ejemplo, Chignautla, Atempan, Acatzingo, Yaonahuac, entre otros; también derivó en la adaptación de estos vehículos para prestar el servicio de taxis para sectores de bajos recursos, pero con iguales necesidades de desplazamientos para realizar sus actividades cotidianas.
Ayer, Silvia Tanús Osorio, titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT), durante conferencia de prensa, informó que el gobierno estatal analiza alternativas de transporte público para sustituir a los 5 mil 764 mototaxis que se han detectado en operación en al menos 85 municipios, a partir de un censo coordinado por la Secretaría junto con los municipios del estado, donde se identificaron los puntos de operación de este tipo de transporte, que representa un riesgo para los usuarios y no está permitido por la ley.
Si bien este tipo de transporte tiene riesgos, ya que sus propias características lo hace inestable, atiende necesidades de la población a bajo costo, lo que lo hace un transporte muy popular en las comunidades donde existe este servicio. Por su parte, el gobernador Alejandro Armenta Mier aseguró que su administración no buscará criminalizar a quienes los conducen, sino ofrecerles opciones productivas y empleo formal para mejorar las condiciones laborales y económicas de los conductores y también garantizar mayor seguridad a la población. Seguramente con la experiencia complicada de la intervención del gobierno para eliminar los llamados taxis piratas a lo largo del Periférico, que derivó en afectaciones directas a una parte importante de personas trabajadoras que se desplazaban por medio de esos taxis colectivos piratas a sus labores, se buscará, en el tema de los mototaxis, opciones más conciliadoras atendiendo las diversas aristas que tiene este servicio popular.
















